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REFLEXIONES SOBRE LA RITIDOPLASTIA DEL DR. RICARDO BAROUDI

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Dr. Ricardo Baroudi

Cirujano Plástico. Director de la Revista Brasileira de Cirurgia Plástica

Los mensajes de este comentario están dirigidos a los cirujanos plásticos que están en los primeros 10 años de actividad de la especialidad, especialmente los relativos a los criterios que utilizamos en nuestros pacientes de ambos los sexos.

Las ritidoplastias, integradas actualmente en el arsenal terapéutico de la especialidad, tuvieron su inicio a finales del siglo XIX y en el inicio del siglo XX. Desde entonces hasta hoy, hemos pasado por continuos refinamientos técnicos y tácticos para rejuvenecer los párpados, la cara y el cuello logrando efectos naturales, como si las personas tuviesen 10 años menos de su edad biológica.

Como es de conocimiento de todos, las ritidoplastias pueden ser selectivas, específicamente para el tercio superior de la cara que comprende la frente con las cejas y el cuero cabelludo; para el tercio medio, hasta el borde de la mandíbula; y para el tercio inferior, con el cuello en toda su extensión. Igualmente, dentro de la rutina, estos tres tercios pueden operarse aisladamente o en conjunto, de acuerdo con la necesidad de cada paciente, su sexo y el criterio del especialista. Las blefaroplastias a su vez, también pueden realizarse en el transcurso de una ritidoplastia o aisladamente.

En la evolución de la ritidoplastia, continuamente se han ido añadiendo procedimientos quirúrgicos, técnicas y tácticas invasivas o no con el objetivo de prolongar la eficacia de los resultados, cada una de ellas con sus ventajas y riesgos.

Fuera de estos aspectos, 9 factores propios de los pacientes determinan las limitaciones y posibilidades en relación al tiempo de eficacia de los resultados. Son los que siguen: década de la vida en que son operados, genética, hormonas, tabaquismo, mayor o menor exposición al sol, variaciones del peso corporal después de la cirugía, calidad de la piel, si se trata de un caso primario, secundario o terciario... y, efectivamente, del factor número 9, la experiencia del cirujano.
Estos factores, combinados en diversos grados, están siempre conectados haciendo posible o no evaluar y prometer un tiempo de eficacia, así como adelantar con un pequeño margen de error los efectos previsibles.

Cualquier que sea la actividad médica, sabemos que se trata de una ciencia de verdades transitorias. Muchas técnicas han sido creadas, mejoradas, cambiadas y abandonadas. En este abanico de situaciones, la ritidoplastia tiene un pasado y continúa pasando por nuevas etapas. No vamos a analizar lo que ha ocurrido con la ritidoplastia subperiostal, con el SMAS, con los implantes de hilos metálicos, con la incisión coronal, con las ritidoplastias endoscópicas, con las disecciones cutáneas extensas, etc. En todas ellas, los periodos de eficacia fueron diversos en función de los 9 factores señalados anteriormente. Todas tuvieron su ascensión, estabilización y caída.

Paralelamente, la Dermatología logró con el laser y demás tipos de tratamientos de la piel una llamativa mejora de su calidad, postergando la indicación de ritidoplastia a la última instancia, cuando los tratamientos no invasivos dejaban de ser eficaces. Por razones varias, la flacidez de la piel del cuello y de la cara, las arrugas profundas y el nivel de vanidad, son las razones más frecuentes para llegar a la ritidoplastia.

En las 2 últimas décadas se ha producido una clara ruptura de los límites entre la Cirugía Plástica y las especialidades afines. No necesitamos detallar. Basta observar a los oftalmólogos haciendo blefaroplastias y ritidoplastias, a los otorrinolaringólogos haciendo rinoplastias, a los ginecólogos y obstetras haciendo abdominoplastias y liposucciones, etc. Una verdadera carrera en el mercado con finalidades pecuniarias.

En verdad, al menos en Brasil, todo médico con su inscripción en el Consejo Médico del Departamento en que vive y practica su especialidad está dentro de las reglas profesionales. Hasta el momento, todavía no están aclaradas formalmente bajo regulación las cirugías que deben ser hechas por los cirujanos plásticos. Hay que esperar que en un futuro breve, estos puntos aún no definidos sean regularizados. Mientras tanto, todos estaremos sujetos a juicios por mala práctica, incluso los cirujanos plásticos.

Lo que está ocurriendo con las especialidades afines a la Cirugía Plástica era algo esperado. Cabe a los cirujanos plásticos, y eso está ocurriendo, lograr resultados mejores que los de aquellos que están fuera de nuestra especialidad en una competición de precios y de calidad de resultados; aquí se incluye la cosmiatría y el laser.

Por encima de todos estos aspectos, no hay que olvidar también que hace 3 o más décadas, las ritidoplastias así como las demás cirugías estéticas eran como un secreto de estado llevado con total sigilo por los pacientes. Lentamente pasaron a ser signo de estatus social, con comparación de resultados, precios, cicatrices, etc. En otras palabras, el cirujano plástico pasó a dejar su firma en sus cirugías cualquiera que fuera la región del cuerpo intervenida.

En los Estados Unidos este proceso ocurrió también hace décadas, pero todavía ocurre, de tal forma los cirujanos plásticos que inician sus actividades según una tendencia deben continuarla. La era del cirujano plástico calificado para todas las áreas de la especialidad entró en extinción. No hay necesidad de ejemplos. Todos ya los conocemos. De esta forma, aquellos calificados por sus buenos resultados son fácilmente localizados a través de sus pacientes felices que los recomendarán a otros pacientes candidatos de su área de influencia. Como he dicho anteriormente, pasamos a dejar nuestra firma en las cirugías que realizamos.

Esto me ocurrió a mí en mis últimos 20 años de actividad en nuestra especialidad de forma similar a como sucede en todos los países. En verdad, vendemos nuestra especialidad.
Importante también.... decir no a la operación de un paciente no nos hace ganar dinero pero eleva nuestra dignidad y respecto profesional delante de aquellos que nos buscan profesionalmente y en el medio en que vivimos.

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